Beatrice
Emil fue llevado a un internado (fuera de su ciudad); allí se convirtió en un pésimo alumno; junto con su amigo Alfons Beck, se emborrachaban en tabernas, recibiendo advertencias de expulsión; pero por las súplicas de su padre, no lo botaban.
Un día, paseando por el parque, vio a una chica muy hermosa de la que se enamoró; aunque no la conoció, dejó sus vicios y empezó una nueva vida; la llamó Beatrice.
Emil estaba tan obsesionado con “Beatrice”, que decidió hacer un retrato de ella; al terminarlo, lo contemplaba largas horas, hasta que descubrió que el rostro no era exacto al de ella, sino que se parecía al de Max y si lo observaba con más detalle, también se parecía a él mismo; entonces se dio cuenta que su dibujo representaba cómo sería su amigo, cómo sería su verdadera amada y cómo sería su vida futura.
Luego de muchos años, Emil se reencuentra con Max y se reúnen en una taberna; pero la conversación no le fue grata, pues Max trataba de desviarlo del buen camino. Esa noche, soñó con Max y con el escudo que tenía Emil en su casa; en la pesadilla, Max ordenaba que se coma el escudo y Emil lo hacía, pero temiendo que el ave dibujada cobrara vida y le comiera las entrañas.
Al despertarse, notó que la ventana de su cuarto estaba abierta y la lluvia entraba; la cerró y notó que algo blanco estaba en el suelo; al amanecer, vio que lo blanco era su dibujo, mojado y arrugado; lo puso a secar y cuando lo fue a ver, el rostro había cambiado: ahora era muy parecido al de Max.
Asombrado por el sueño y por la transformación de su dibujo, dibujó el ave del sueño y se la envió a su amigo.
Emil Sinclair : niño rico de 10 años
Lina : servidumbre de Emil
Franz Kromer: chico pleitista de 13 años, hijo de un sastre
Max Demian : hijo de una viuda rica
Alfons Beck : mayor del internado
Beatrice : nombre que le puso a una chica de la que se enamoró
Pistorius : organista loco, había estudiado teología
Abraxas : dios antiguo, de una secta, relacionado al fuego
Knauer : muchacho de la escuela, que pide consejos a Emil
Frau Eva : madre de Max Demian -de la que se enamora Emil
Durante una clase de religión, donde el sacerdote narraba la pasión y muerte de Jesús, Max le dijo a Emil que el arrepentimiento del “buen ladrón”, era de personas sin carácter (pues tenía miedo de su trágico fin); mas el “mal ladrón” sí tenía carácter, pues nunca se arrepintió de lo hecho.
Luego dijo que la mitad del mundo era religiosa y la otra mitad pecadora; entonces ¿por qué rechazar a la segunda mitad?; mejor sería crear un nuevo dios que sea mezcla del bien y del mal y así, toda la humanidad estaría unida.
Este sería para Emil su último año en ese colegio; luego estudiaría lejos de casa.
El Pájaro Rompe el Cascarón
Emil recibió respuesta de Max sobre el dibujo; en la carta decía que el dios se llamaba Abraxas y el pájaro del dibujo iba hacia ese dios.
Estuvo toda la clase de filosofía antigua pensando en tal respuesta, cuando el profesor pronunció la palabra “Abraxas”, diciendo que era un dios de una secta antigua, que encerraba el bien y el mal.
Caminando, Emil se detuvo en una Iglesia a escuchar la bella música del órgano.
Cuando el organista -Pistorius- salió, Emil lo siguió hasta un bar; hablaron sobre la música; cuando de pronto Emil le preguntó sobre Abraxas, el músico, alarmado, lo llevó a su casa y frente al fuego, empezaron a reflexionar; no quiso darle mucha explicación, pero al parecer, Abraxas era un dios relacionado al fuego.
TEMA CENTRAL
Se trata de un niño de apellido Sinclair, con una familia idílica que lo hace ser participe de una realidad exenta de las maldades que él aún no sabe, hasta que un día conoce a un chico llamado Demian que lo despierta de su inocente ignorancia y cobardía ante un brabucón a través del relato bíblico de Abel y Caín; haciéndole ver que la marca de Caín no era un castigo de Dios sino una representación de su fuerza.
Gracias a esto Sinclair y Demian se convierten en amigos, y luego de un tiempo se separan.
Sinclair ahora es un estudiante universitario; no se lleva con nadie y saca malas notas. Adquiere una vida bohemia.
Pasado otro tiempo conoce de vista a una chica de la que se enamora, pero no se atreve a hablarle, así que opta por tomarla como inspiración para hacer retratos suyos. Como no sabe su nombre la bautiza como Beatrice.
Concorde va dibujándola casi diariamente ve cómo sus retratos empiezan cambiar de fisonomía y cae en la cuenta de a quién se parecen los dibujos: a Demian.
Sinclair se reencuentra un día con Demian en la calle y él lo invita a su casa, en donde además conoce a la madre de este. Para él ella es tan fascinante como su hijo.
Sinclair comienza a ir todos los días a la casa de su amigo y pasan la mayor parte del dia los tres juntos compartiendo reflexiones.
Toda esa armonía termina con el inicio de la guerra, y el primero en ser llamado es Demian.
Sinclair sigue visitando diariamente a la madre de Demian. Se enamora de ella y en poco tiempo es enviado a la guerra él también.
Un día fue herido y tuvo que ser llevado a una enfermería en la que yacía un mucho más herido Demian. Ambos hablan un rato mientras le duran las últimas fuerzas a Demian y se despiden antes de que este último muera. Demian, además, le entrega un beso de su madre.