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La intervención en Violencia Doméstica y los vacíos en su ab
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Consideraciones finales
En lo que respecta a la normativa vigente, no se cumple fehacientemente con lo estipulado en la misma. Las principales dificultades que destacamos de nuestra experiencia: la falta de suficientes espacios o programas de atención con hombres agresores y las que presenta el poder judicial para dar cumplimiento a la normativa.
Esto no implica revinculación, sino abordar el vínculo desde la relación subjetiva que surge entre la díada padre–hijo/hija. Darle visibilidad desde la palabra. Trabajar esta relación implicará poner en palabras las representaciones simbólicas en niños, niñas y adolescentes de la figura paterna y masculina. La importancia de visibilizarlo radica fundamentalmente en elaborar simbólicamente el vínculo para evitar repeticiones o una reproducción futura de vínculos violentos.
El corte si bien prioritario, no debería implicar su invisibilización. Una vez incluida la madre y sus hijos e hijas en el Centro, la figura del referente adulto masculino, muchas veces puede invisibilizarse, dando por sentado que el agresor quedó fuera del núcleo familiar, estando en un lugar seguro.
Desde las políticas públicas
Desde la experiencia de los Centros
Ecuación de atención integral a situaciones de
Violencia Doméstica
Mujeres
En nuestra intervención específica, el refernte adulto masculino es el agresor, el cual es sacado de escena por la necesidad de realizar el corte con la situación de violencia.
NNA
Por más de una década no se brindó el servicio de atención a hombres - agresores por ninguna institución u organización con el alcance necesario, destacándose solamente experiencias puntuales en Montevideo. A modo de ejemplo, es el caso del servicio brindado desde el 2012 por la Intendencia de Montevideo
Solís- Ponton (2004) retomando a Lebovici plantea que la realidad psíquica de cada niño/niña, hay un padre simbólico construido a través de los procesos identificatorios que se da desde los primeros años. El padre (ausente o presente) está en ese mundo que el niño/niña pueden construir.
El corte resulta fundamental en la primera etapa de atención. Así se da comienzo al trabajo específico en restitución de derechos vulnerados por las situaciones de violencia vividas y/o presenciadas
Hombres
Agresores
La ausencia del padre es una presencia simbólica, esa figura reprimida en el discurso adulto podría retornar de manera sintomática. El padre sigue siendo padre a pesar de los significantes que se le atribuyan.
El niño, la niña y adolescente tienen que convivir con ello. Trabajarlo posibilita poder construir otro padre posible, otro vínculo.
Ettlin (2009) retomando a Ellsberg, Larrain y Rodriguez plantea que hace improbable que pueda abordarse la problemática de la Violencia Doméstica de forma integral desde las políticas públicas sin una adecuada rehabilitación del agresor, hace improbable que pueda atenderse y abatirse en definitiva esta problemática.
Los niños y niñas pequeños son sumamente vulnerables a lo que sucede en su entorno, por lo que el estrés generado en situaciones de violencia intrafamiliar dejará huellas que modelarán el desarrollo de éstos, no solamente afectándolos desde el punto de vista psicológico sino también biológico.
Desde las políticas públicas no existen con alcance nacional dispositivos que permitan atender a los agresores, a pesar de que la legislación uruguaya hace más de una década estableció que “la rehabilitación y la reinserción social del agresor deberán formar parte de una política que procure proteger a todas las personas relacionadas. La asistencia y el tratamiento deberán ser instrumentos de esta política” (Art. 23 de ley 17514).
En estudios realizados por el gobierno canadiense en los "Centros para Hombres Opresores y Coléricos ("CHOC") y la Institución "Emerge" de Boston, a través de Terapias de Grupo, se ha constatado la reinsidencia de solo un 10%.
El Parlamento uruguayo ha señalado que “se trata de no ignorar el fenómeno que se está dando en la otra persona salvando solo a una, sino de un abordaje de la situación en conjunto”, “no podemos dejar al victimario sin continentación” (Exposición de Mónica Xavier 4 junio 2002)
"Sin embargo, hay circunstancias en las que no se observa sintomatología a pesar de los eventos adversos vividos. Existen factores protectores o compensadores que aumentan la capacidad de tolerar situaciones adversas: apego seguro, la edad (a mayor edad, mayor probabilidad de tolerancia), la reacción de la familia, nivel intelectual elevado, habilidades interpersonales, si es un episodio único o es crónico y el temperamento de los niños expuestos a violencia, entre otros."(Wallach, L.2010).
La exposición precoz a una situación de estrés puede traducirse en cambios a largo plazo en los sistemas neurobiológicos que están involucrados en la respuesta al estrés así como podría generar susceptibilidad al desarrollo de signos y síntomas más graves cuando se exponga a traumas a lo largo de la vida.
"En diferentes investigaciones se ha demostrado que los sucesos traumáticos en la niñez, serían capaces de producir alteraciones funcionales y anatómicas en distintas áreas cerebrales, modificando sistemas relacionados con la memoria y afectividad, entre otros, desarrollándose así una vulnerabilidad al trastorno de estrés post traumático y otros trastornos psiquiátricos" (Polcaria, A; Anderson, C; Teicher, M: 2012, p. 7).
Integralidad de las intervenciones en Violencia Doméstica
¿Los vacíos en la ecuación de abordaje de la Violencia Doméstica operan como vulneradores de derechos de niñas, niños y adolescentes?
Ecuación de atención integral a
situaciones de Violencia Doméstica
Mujeres
NNA
¿Hombres
Agresores?
En Uruguay a partir del año 2002 (fecha que se promulga la Ley N°17514 sobre Violencia Doméstica), se han implementado una serie de dispositivos de atención tendientes a abordar las situaciones de Violencia Doméstica desde diferentes perspectivas, apostando, al menos desde el punto de vista teórico, a un abordaje integral que contemple la multidimensionalidad que compone la temática.
Nuestra organización gestiona tres Centros 24 horas que atienden a niños, niñas y adolescentes con sus referentes adultas y que forman parte del sistema de respuesta.
Hemos problematizando nuestras intervenciones, así como los impactos reales y simbólicos que tienen las mismas en la población con la que trabajamos.
Consideramos que es relevante problematizar la parentalidad, desde una perspectiva integral.