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El gobernador de Puerto Rico podía vetar un proyecto, pero el Congreso de Estados Unidos, al igual que en la Ley Foraker, se reservaba el derecho de anular cualquier ley de la Legislatura de Puerto Rico. La Ley Jones, dejaba de igual forma que la anterior, sin definir el status político de la Isla. Y no contenía promesas futuras al respecto. De ahí, que la política giraría en torno a este tema del status; que se sostendrá indefinidamente. El Acta Jones de 1917, proveía medidas para el gobierno propio de otros territorios, y no daba esperanza para una mayor participación en el gobierno a los puertorriqueños. Creían los congresistas norteamericanos, que era importante obtener el apoyo de los puertorriqueños ya que una vez convertidos en ciudadanos americanos podrían ayudar como soldados.
Las reformas a la Ley Jones respondían a las irregularidades de la política entre Estados Unidos y Puerto Rico. En el 1946 el Presidente, nombró al primer puertorriqueño, Jesús T. Piñero como gobernador de la Isla, aunque el puesto de gobernador seguía respondiendo al presidente de los Estado Unidos y no a los puertorriqueños. Finalmente, en el 1947 (bajo la Ley del Gobernador Electivo) se permitió la elección del gobernador mediante el voto directo de los puertorriqueños ( Luis Muñoz Marín); aunque añadía el puesto de Comisionado de los Estados Unidos en Puerto Rico, para mantener una estrecha vigilancia sobre el gobernador y los jefes de agencia, quiénes tenían que rendir informes a el Comisionado.
Luis Muñoz Marín
George W. Davis
La Ley Foraker (primera ley orgánica o "constitución") conocida como el Acta Orgánica de 1900, tenía dos propósitos: regular las relaciones políticas y económicas entre Puerto Rico y la neva metrópoli, y organizar un gobierno civil. Establecía la ciudadanía del puertorriqueño y el derecho a la protección estadounidense.
La Primera Guerra Mundial (28 de agosto de 1914), hizo que los congresistas norteamericanos comenzaran a interesarse en la utilidad de sus posesiones y que reconocieran que Puerto Rico era un recurso de apoyo y punto estratégico desde donde podían proteger su más preciada posesión de ultramar, el Canal de Panamá. Para este tiempo, la obtención de la ciudadanía norteamericana se había convertido en una de las más principales demandas de Puerto Rico.
Fue así, como el 2 de marzo de 1917, la Ley Jones (también conocida como el Acta Jones) transformó a todo aquel nacido en la Isla, en ciudadano estadounidense. Sólo 287 decidieron rechazar la nueva ciudadanía y retener el estatuto de ciudadanos de Puerto Rico. Que les impedía votar y los dejaba sin protección constitucional. Mientras que el resto de los ciudadanos, se le extendió el beneficio de la constitución americana. La Ley Jones, alteró la estructura del gobierno de Puerto rico, separó las tres ramas de gobierno. La rama Ejecutiva estaría compuesta por un gobernador, todavía nombrado por el Presidente de los Estados Unidos con el consentimiento del Senado. Bajo la ley, los puertorriqueños lograron acceso a algunos puestos como jefes de departamentos, estos jefes formarían una junta consultiva del gobernador. Se crearon los cuerpos legislativos: Senado y Cámara de Representantes, ambos cuerpos electos por el voto directo de los puertorriqueños; aunque se regulaba el procedimiento legislativo mucho más que en la Ley Foraker.
En segundo lugar, disponía el cabotaje o incorporación de la isla al sistema de navegación norteamericano. Se incorporaba también a ésta dentro del sistema arancelario de Estados Unidos, por lo que se cobrarían en adelante derechos o tarifas sobre el comercio internacional en san Juan, Ponce y los demás puertos insulares, como si se tratara de Nueva York, Filadelfia o cualquier otro puerto norteamericano.
Elihu Root
Historia de Puerto Rico EG-120
Dra. Luz M. Rivera
Tras la invasión norteamericana, se forjó una política colonial, en la cual el progreso en la Isla se lograría si los propietarios de empresas eran reemplazados por capitalistas estadounidenses. Por otro lado, la americanización fue un proceso paulatino que comenzó por Henry K. Carroll. Tal proceso implicaba "educar" al pueblo en las responsabilidades y deberes del gobierno propio y la democracia. Durante ciento dieciséis años, el régimen colonial por George W. Davis y Elihu Root, ha sido considerado imperialista, autoritario y anti-democrático.
Cinco años de intensas luchas políticas transcurrieron desde la fundación del Partido de la Independencia, en 1912, hasta la aprobación de una nueva carta orgánica, la Ley Jones, en 1917, el debate público insular giró durante este periodo, al igual que en el anterior, en torno al gobierno tutelar de la Ley Foraker, rechazado por la mayoría de los puertorriqueños.
Jonathan Rosado Aquino
Los combates partidistas se complicaron en estos años en función de tres factores: primeramente en Washington, el Congreso y la nueva administración del presidente Woodrow Wilson prestaron más atención que antes a Puerto Rico, a propósito de una crisis política y militar que resaltó el valor estratégico de la isla para Estados Unidos;
En segundo lugar, se abrió una lucha interna dentro del Partido Unión entre un sector independentista, inspirado por De Diego, y una facción autonomista, dirigida por Muñoz Rivera y, finalmente, el movimiento obrero se hizo sentir más que antes en la vida pública, llegando a convertirse en una fuerza electoral importante.
En sus aspectos administrativos, esta ley creaba una estructura de tres poderes: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. La Ley Foraker proveía, finalmente, la elección de un comisionado residente de Puerto Rico en Estados Unidos. Éste representaría a la isla en el Congreso, mas no podría votar.
Mucho puertorriqueños vieron este hecho con gran claridad. Por consiguiente, cuando se inauguró el primer gobierno civil, bajo el mando del gobernador Charles H. Allen, en mayo de 1900, se empezaban a cuestionar ya en la isla los motivos y los métodos de las nuevas autoridades coloniales. La tragedia del cambio de dominación se empezaba a ver ahora en su justa medida: los redentores de 1898 se habían convertido en los colonialistas de 1900.
Según Lyman Gould, un estudioso norteamericano del Acta Foraker, esta ley fue la raíz o el punto de partida de la política colonial norteamericana. Gould explica que los orígenes de la Ley Foraker fueron los principios mismos del imperialismo norteamericano.
Charles H. Allen
La Carta Autonómica de 1897, conferida por España en su momento de desesperación, había conferido a los puertorriqueños derechos y poderes mucho más amplios que los otorgados por la República del Norte en esta primera ley orgánica.
El desencanto de Muñoz Rivera y de sus seguidores creció cuando la Ley Foraker dispuso la formación de un gobierno controlado por norteamericanos cuyos funcionarios más importantes serían nombrados por el el presidente.
Tras la reorganización de fuerzas en el 1899, José Celso Barbosa funda el Partido Republicano, mientras que Luis Muñoz Rivera establece el Partido Federal Americano. Aunque ambas plataformas eran prácticamente idénticas, pues tenían como fin la incorporación plena a Estados Unidos, existían diferencias entre los líderes por rivalidades y pertenencia a grupos sociales diferentes. De hecho, los profesionales y sus grupos aliados, dentro del Partido Republicano, se identificaron plenamente con Estados Unidos y con las condiciones políticas ordenadas por el Tratado de París y por la Ley Foraker. Pero no así con el partido de los hacendados, quienes al principio pensaban que podían libremente colocar sus productos en el mercado estadounidense y a su vez reclamar ciertos derechos políticos.
José Celso Barbosa
Luis Muñoz Rivera
"Para garantizar la seguridad de los mercados norteamericanos y al mismo tiempo usufructuar los beneficios que se esperaban del imperialismo", escribe, "era mandatorio que se estableciera el poder plenario del Congreso sobre los territorios, es decir, el colonialismo. La Ley Foraker llenaba bien estos dos objetivos.
"De modo que una de las cosas más antiamericanas que aquí se ha hecho, es imponernos una ley como la Foraker, en la cual esos poderes (el legislativo y el ejecutivo) se enredan, se confunden, se enmarañan y se centralizan, en manos de empleados que nosotros no hemos elegido. Una de las más descaradas mentiras, de las muchas que aquí se han dicho y se dicen, es afirmar que esa ley, que tal confusión establece como principio y como práctica, nos está americanizando, cuando en realidad por no ser americano el sistema, lo que está haciendo es corromper las costumbres públicas, dar ocasión a granjerías, sonsacar a políticos frágiles, enseñar a este pueblo cómo mienten en nombre de su bandera, los gobiernos hipócritas." Muñoz Rivera dijo: "No existe en ella ni la más leve sombra de un pensamiento democrático."
La implementación de la Ley Foraker en mayo de 1900 inauguró formalmente el régimen colonial norteamericano en Puerto Rico. La isla pasó a ser un territorio no incorporado de esa nación, subordinado a ella en casi todos los órdenes. El Tribunal Supremo de Estados Unidos confirmó dicho estatus colonial en años sucesivos, mediante una serie de decisiones emitidas entre 1901 y 1904 y conocidas por los historiadores como los "casos insulares"
La desilusión del bando muñocista y de los grupos propietarios no se volcó únicamente contra el orden político iniciado por la Ley Foraker. Su desencanto se fijó también en las condiciones económicas y sociales auspiciadas por la nueva relación colonial, condiciones que empezaron a perfilarse nítidamente después de 1900. Éstas significaron una transformación radical de la sociedad puertorriqueña y una reorientación fundamental en la vida de la gente.