Introducing
Your new presentation assistant.
Refine, enhance, and tailor your content, source relevant images, and edit visuals quicker than ever before.
Trending searches
Es un sistema relativamente simple, hay dos concentraciones importantes de elementos nerviosos, una en la región esofágica y la otra en el área anal, conectadas por nervios longitudinales. La estructura más prominente de la región anterior es el anillo nervioso o comisura circumfaríngea. El anillo se encuentra cerca de la pared externa del esófago y se puede ver fácilmente en la mayoría de las especies. Debido a que su localización es constante es un buen carácter taxonómico. Seis nervios papilares, que derivan del anillo nervioso, inervan las papilas sensoriales cefálicas, que rodean a la boca.
Es un grupo muy numeroso, hay nemátodos parásitos, de invertebrados, vertebrados y de plantas y de vida libre (dulceacuícolas, marinos y terrestres). Entre los parásitos de vertebrados existen nematodos de importancia sanitaria y veterinaria.
Excepto por algunos órganos sensitivos que tienen cilias modificadas, no presentan cilias ni flagelos, incluso aún en la gameta masculina. La mayoría de los nemátodos son dioicos y presentan un dimorfismo sexual considerable: las hembras son generalmente más grandes, y el extremo posterior del macho es más curvado. Algunas especies son hermafroditas y otras partenogenéticas. La mayoría son ovíparos, pero algunos son ovovivíparos. El sistema reproductor femenino abre en un poro genital ventral, mientras que el masculino abre en una cloaca, junto con el aparato digestivo. Los nemátodos adultos varían en tamaño, desde 1 mm, como el género Caenorhabditis, a más de un metro como Drancunculus.
Es completo en la mayoría de los nemátodos, con boca intestino y ano, en algunos mermítidos y filarias el ano está obliterado. La boca es circular y está rodeada de un máximo de seis labios. Presentan una cavidad bucal entre la boca y el esófago, que en algunas especies puede estar recubierta de una gruesa pared y formar la cápsula bucal El alimento (sangre, tejidos, células, contenidos intestinales, etc) ingresa por la boca y se dirige a una zona muscular conocida como el esófago o faringe, que succiona el alimento y lo introduce al intestino. El lumen del esófago es triradiado. Algunas especies presentan glándulas en el esófago que secretan sustancias digestivas o anticoagulantes. El esófago es un carácter taxonómico muy importante en los niveles superiores de la clasificación.
Son alargados con ambos extremos ahusados, presentan simetría bilateral y el compartimento del tejido conectivo (CTC) fluido, cavidad corporal que derivó del blastocele embrionario. Tienen un sistema digestivo completo, con la boca en el extremo anterior y el ano cerca del extremo posterior.
Este sistema carece de células flamígeras y hay dos tipos básicos, el glandular y el tubular.
El glandular se encuentra en formas de vida libre, y está involucrado en la eliminación de enzimas, proteínas o mucoproteínas.
El tubular consiste en dos largos canales ubicados en la hipodermis lateral, conectados uno con otro por un canal transversal, en el extremo anterior. Este canal abre al exterior por un poro excretor, ubicado usualmente a nivel o posterior al anillo nervioso.
Mientras los músculos de las regiones dorsal y ventral se contraen, comprimen a la cutícula de ese lado, y la fuerza de la contracción es transmitida (por el fluido del CTC) al otro lado del nemátodo, estirando la cutícula del lado opuesto. La compresión y el estiramiento de la cutícula sirven para antagonizar al músculo, y son las fuerzas que retornan al cuerpo a la posición de reposo cuando los músculos se relajan. La alternancia de la contracción y de la relajación en los músculos ventrales y longitudinales llevan al cuerpo a una serie de curvas dando lugar al movimiento característico de los nemátodos.
El número de ovarios puede variar de 1 a 6. Estos pueden ser telogónicos u hologónicos, en este último caso las células germinales proliferan a lo largo de toda la gónada. Los ovocitos se originan en el ovario y luego continúan por el oviducto, en la zona proximal de éste se distingue una espermateca, almacenadora de espermatozoides. Cuando los oocitos entran al oviducto (espermateca) se produce la fecundación y la formación de la cáscara de del huevo.
El oviducto es continuo con el útero, cuya pared tiene fibras musculares. El extremo distal del útero posee una musculatura más desarrollada y se lo denomina oviyector, a éste le sigue la vagina que se abre al exterior en la vulva. Esta puede localizarse en el extremo anterior, en la región ecuatorial o cerca del ano dependiendo de las especies (nunca se abre posteriormente al ano). Los huevos son expulsados al exterior por acción muscular del oviyector y de la vulva.
Los testículos se pueden encontrar de a pares o no. Son telogónicos, las células germinales se encuentran en el extremo terminal de la gónada. Al testículo le sigue una vesícula seminal, de ésta sale un vaso deferente, que se divide en una región glandular anterior y en una región muscular posterior, el ducto eyaculador. Este ducto abre en una cloaca. Algunas especies tienen un par de glándulas de cemento cerca del ducto eyeculador que secretan un material duro que utilizan para tapar a la vulva después de la cópula.
Los espermatozoides carecen de flagelos. En la mayoría de las especies existen dos (a veces una) espículas, una suerte de varillas quitinizadas simples o complejas, que nacen en una vaina espicular anexa a la cloaca y son protrusibles al exterior y retráctiles por la acción de un músculo localizado en la base de esta vaina. La función de las espículas es de mantener abierto el orificio genital de la hembra durante la cópula y formar una especie de canal conductor del esperma para asegurar la fertilización, ya que no existen órganos copuladores propiamente dichos.