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Capacitación a mujeres en proceso de salda de situaciones de Violencia Doméstica
La capacitación contribuirá a que no se reproduzcan más las condiciones que generan el ambiente propenso al ejercicio de violencia enconómica ya sea por el agresor anterior o por futuras parejas.
Soluciones Reales a Problemas Reales
La implementación del programa de capacitación laboral en el marco de la atención a una mujer en nuestros hogares tendría un costo económico de $ 120.000 por persona atendida.
El ingreso mínimo mensual luego de obtener una formación en un oficio en términos líquidos ascendería a %25.000 nominales, es decir $ 20.000 líquidos aproximadamente.
Cerca de un 20% se destina a contribuciones especiales de seguridad social( jubilación, salud y frl) costos que de otro modo serían de cargo estatal, serían $5.000 mensuales.
El 12,625 % paga el contratante por Aportes Patronales , es decir $ 3.156
Los ingresos que reciben las mujeres incorporadas al mercado laboral van dirigidos casi en su totalidad al consumo, cerca del 20% del sueldo neto se devuelve a la Administración tributaria vía Impuesto al Valor Agregado ( estimando una canasta básica compuesta por productos gravados a tasa básica, mínima y excentos de iva), es decir $4.000
De esto se deduce que, por cada mes de ingreso que obtenga una mujer incorporada al mercado laboral,adicionándole la incidencia de aguinaldo, licencia y salario vacacional el Estado obtiene $ 14.386 vía impuestos.
Se produce un retorno de la inversión en capacitación en un periodo de 8,34 meses, sin contar lo que representa para el Estado el financiamiento de salud , futuras jubilaciones, asignaciones familiares, subsidios por planes de asistencia social que se gastan en caso de que la mujer no obtenga trabajo.
"Las mujeres no se van de su casa porque les gusta que las maltraten".
“Tanto hemos trabajado con ella y volvió con él, seguramente es porque le gusta que le peguen”
Capacitación técnica en oficios para trabajo en empresas ( desde el primer momento de la intervención)
Formación en el desarrollo de emprendimientos económicos
Talleres de habilidades emprendedoras
Acompañamiento y seguimiento a la inserción laboral
La capacitación laboral en el marco de la intervención puede acompañar a la víctima en el proceso de cambio de vida enfatizando el trabajo interdisciplinario en las áreas débiles a fortalecer.
Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER)
“ De la vulneración de derechos al empoderamiento” es la consigna a partir de la cual la viene trabajando fuertemente en un espacio de capacitación y formación para mujeres víctimas de violencias
“Creemos que para fortalecer la empleabilidad de las mujeres que han sufrido violencia doméstica, es necesario que ellas se reconozcan como constructoras de su propio camino, identificando sus propias posibilidades y dificultades y las que ofrece el entorno”, dice una de las responsables del Programa de la UADER, la licenciada Sabrina Medina.
En Argentina se cuenta con la Cobertura prevista por el Seguro de Capacitación y Empleo a víctimas de violencia doméstica en los términos previstos por la Ley Nº 26.485. La medida incluye también a aquellas cuya identidad de género no coincide con el sexo asignado en su nacimiento.
La desvalorización, falta de confianza y la sumisión que caracterizan a las víctimas generan mayores niveles de desocupación, ausentismo laboral y abandono del sistema educativo formal.
Para contrarrestar estas consecuencias directas de la violencia debemos enfocarnos en darle mayores herramientas para la obtención de un ingreso digno que les permita empoderarse y satisfascer las necesidades de sus hijos y adultos mayores a su cargo.
En PLAI, nos encargamos de:
Proteger a las víctimas a través de un trabajo interdisciplinario con el fin de encaminar su vida sin el agresor a través de la intervención con el, Hogar El Puerto , Hogar Desafío y con la Casa de Breve Estadía
Brindarle una solución a su futura vivienda a través del proyecto Soluciones Habitacionales
Acompañamiento en territorio durante el tiempo necesario para apoyar a las víctimas luego de egresar de los hogares
Trabajo sin discriminación Argentina
Hay muy poco hecho sobre el después”, comenta Sabrina Landoni, a cargo del programa de violencia contra las mujeres de la Fundación Avon. La institución, que viene desarrollando una ingeniosa e intensa actividad contra la violencia de género, se ha focalizado también en un programa integral de reinserción laboral de las víctimas, que lleva adelante en la Casa Juana Manso, de la Dirección Nacional de la Mujer de la Ciudad.
“... a este hogar de medio camino, de puertas abiertas, donde equipos de psicólogas, abogados y trabajadoras sociales se esfuerzan para, como dice la asesora Daniela Reich, “soltarles la mano y que puedan andar solas”.
Naciones Unidas, CEPAL en su publicación : “ Buenas prácticas para la erradicación de la violencia doméstica en America Latina y el Caribe “
“...Se ha avanzado en nuevos enfoques por ejemplo aquellos que muestran la violencia contra las mujeres como un problema de costos económicos para los Estados, y que, por tanto sale finalmente “ más barato prevenir”, asistir a las víctimas y reeducar a los agresores.”
Para ingresar al mundo del trabajo es necesario fortalecer recursos erosionados: autoestima, reconocimiento de habilidades e intereses, capacidad de tomar decisiones autónomas y de entablar nuevos vínculos. Para mejorar su empleabilidad una mujer debe ser capaz de reconocer y poner en juego sus experiencias, capacidades, conocimientos y necesidades.
“Aproveché todo y lo apliqué a mi vida diaria. Fui capaz de verme a mí misma y de hacer muchas cosas, de transformarme a mí misma y a mi vida familiar. Puedo mantenerme sola, sin sentir miedo a fracasar en lo matrimonial. Puedo vivir sin un hombre” (Loreto; 2008)
Capacitación, estudios, ayuda sicológica y todo eso me permitió tener hoy las herramientas para salir de mi casa y enfrentarme al mundo laboral” (Cecilia; 2007).
“Volver al mundo laboral y lograr independencia económica. Salir de la casa y recuperar la confianza, no temer a lo nuevo y recuperar mi personalidad. La capacitación en computación fue muy importante” (Paulina; 2007)
“Crear nuevas relaciones, y volver a creer no sólo en mí misma, también volver a confiar en los demás” (Sabrina; 2008).
“Yo tenía problemas con mi esposo, que es muy celoso. Quería capacitarme, trabajar e independizarme, salir un poco de la casa y hacer algo por mí” (Paulina; 2007).
Para ingresar o reingresar en el mundo laboral es preciso fortalecer recursos personales internos que fueron erosionados como la autoestima, la toma de decisiones, los vínculos con el mundo exterior y la generación de nuevos vínculos.
En PLAI entendimos a través de nuestro trabajo en territorio en estos años, que uno de los pilares para que las mujeres no vivan nuevamente la situación de violencia, es la Independencia económica.
A nuestra intervención le falta la capacitación laboral:
Para una mujer que vive o ha vivido violencia doméstica, la generación de ingresos a través de una actividad laboral es un factor gravitante en la posibilidad de cambio de vida para ella y sus hijos. Asimismo, contribuye a incrementar la tasa de participación laboral femenina para que el país logre alcanzar mayores niveles de productividad, competitividad y disminuir las brechas de participación laboral entre hombres y mujeres, objetivo vinculado a las buenas prácticas laborales y a una gestión con equidad de género en el mundo laboral.
La inclusión laboral de mujeres que han vivido o viven violencia doméstica aporta directamente al negocio de las empresas, independientemente de su tamaño, dado el compromiso y la valoración que las mujeres que han vivido el problema desarrollan con el trabajo remunerado.
Aspectos generales sobre
Violencia Económica
1.- ¿Tu pareja se desentiende de las cuentas de la casa cuando están enojados o peleados ?
2.- ¿Tenés que pedirle permiso a tu pareja para comprarte ropa?
3.- ¿Él decide cómo se distribuye el dinero?
4.- ¿Piensa que el dinero que gana es de él y no de los dos?
5.- ¿No sabés cuánto gana ni dónde guarda el dinero?
6.- ¿No te da dinero si no tenés sexo con él?
7.- ¿Se ha gastado el dinero que tenían asignado para determinada actividad en otra cosa sin justificación?
8.- ¿Tenés que pedir dinero prestado porque tu pareja no quiere cubrir algún gasto de la familia?
Muchas mujeres se convierten en mendigas en sus propios hogares, al tener que estar pidiendo dinero para cubrir las necesidades básicas de la familia. Cuando las mujeres se ven obligadas a asumir solas el cuidado y mantenimiento de los hijos y adultos mayores debido a la irresponsabilidad de los padres, se vuelven más vulnerables a caer en la pobreza extrema .
Lamentablemente lo económico es determinante para garantizar el goce de los derechos individuales de los seres humanos para ello debemos como sociedad brindar las herramientas necesarias para lograr la igualdad de oportunidades y así la verdadera independencia económica de las mujeres para que el dinero no limite más su derecho a la libertad.
Hay dos grandes formas de ejercerla en el
ámbito doméstico
La violencia económica se enmarca dentro de la violencia de género, y hace referencia a la desigualdad en el acceso a los recursos económicos que deberían ser compartidos entre hombre y mujer.
En la violencia económica, el hombre (generalmente) usa el poder económico para provocar un daño a su pareja.
Es una forma de violencia doméstica, donde el abusador controla todo lo que ingresa sin importar quién lo haya ganado, manipula el dinero, dirige, y es el dueño absoluto de todos los bienes
Ocasiona daños o menoscabos en los bienes muebles o inmuebles de las mujeres y en su patrimonio
Se puede ejercer por medio del robo, del fraude y por la destrucción de objetos que pertenecen a la mujer. Quitarle las herencias recibidas o su salario, robarle objetos personales o bienes inmuebles, vender sus objetos personales o bienes sin su consentimiento, esconderle su correspondencia o documentos personales, poner los bienes a nombre de terceros, etc.
Implica la violación del Derecho Humano a la subsistencia , la libertad, a la propiedad privada, a la privacidad y a la búsqueda de la felicidad principalmente.
Es aquel agresor que "vive de su mujer", pero a pesar de que ella mantiene el hogar, éste se atribuye la postura de manejar todo el patrimonio como si fuera el dueño absoluto, y de esa forma, fiscaliza y supervisa todos los gastos, ingresos y demás decisiones. El agresor actúa de una manera muy sutil: dice que no tiene dinero, que tiene que ayudar a su madre, que le robaron la billetera, que le bajaron el sueldo (nunca dice cuánto gana), algunos incluso tienen sus cuentas y bienes a nombre de otros.
Autoestima
El no empoderamiento de las mujeres, lo cual las hace más vulnerables a ser víctimas de otros tipos de violencia.
La dependencia económica hace más difícil tomar la decisión de denunciar, alejarse o abandonar a su pareja.
Menor participación en el mercado del trabajo
Menor productividad en el lugar de trabajo
Menores ingresos
Mayor ausentismo
Efectos en la productividad intergeneracional debido a la repetición de grados por parte de los niños y a su bajo rendimiento escolar
Reducción de inversiones y ahorros
Costos monetarios para el Estado por el dinero invertido en el tratamiento y la prevención de la violencia
Él es el proveedor por excelencia. En la casa no falta nada, la heladera está lleno, todos los servicios pagados... pero TODO es de él. Controla cada peso, supervisa todo lo que gasta la mujer y amenaza con quitarle todo, hasta con quedarse con los hijos.
La mujer no tiene acceso a cheques ni tarjetas de crédito o débito.
Tiene que rendir cuentas de todo lo que gasta, y además recibe quejas de cómo utiliza el dinero
No puede participar en las decisiones económicas del hogar
Le niegan el dinero suficiente para que satisfaga sus necesidades elementales
Negación del hombre a pagar una pensión alimenticia
no permitirle estudiar o trabajar para evitar que la mujer alcance su autonomía económica.
El agresor le hace creer a la mujer que sin él, ella no podría ni siquiera comer
No reconocer el trabajo doméstico que la mujer realiza en el hogar porque considera que es "su obligación".
Sustracción, destrucción, desaparición, ocultamiento o retención de objetos
Prohibición de trabajar
Prohibición de estudiar
Percepción de un salario menor ante el desarrolla de una misma tarea a nivel laboral.,
Explotación laboral / Discriminación en cuanto a ascensos laborales
Exigencia de exámenes de no embarazo
La violencia económica resulta difícil de identificar porque suele ser invisible, a menudo se presenta de manera sutil y encubierta. "La educación formal y no formal han enseñado a ver la realidad con las categorías del dominador. Esas mujeres, con la mejor buena fe, piensan que siempre fue así y que es 'obligación masculina' proveer y deber femenino, depender. Cuando una mujer que está en esa dinámica encara una tarea laboral por fuera de la casa lo hace 'para ayudar' y está bien visto que así sea", Enrique Stola, médico psiquiatra.
Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), explica que "la cultura patriarcal supone que el hombre debe ser el que se ocupe de sostener a la mujer y los hijos y, aunque no sea 'el proveedor', igual debe administrar el dinero y controlar cuánto da a la mujer".