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Estos experimentos parecen confirmar parcialmente la hipótesis de Sapir-Whorf, pero no proveen suficiente evidencia en favor de la formulación fuerte de la misma. Parece razonable aceptar que el lenguaje que uno habla tiene influencia sobre la memoria y la manera en como se codifican en ella algunas cosas, tal como se ha dicho, pero es dudoso que el lenguaje sea en realidad el que provee todos los patrones de pensamiento del individuo.
Versión débil de la relatividad lingüística: John Lucy, que ha conducido estudios comparativos con hablantes nativos de inglés y de maya yucateco, en los que mostró que los que tenían el inglés como lengua materna tendían a seleccionar los objetos por su forma, mientras que los hablantes de yucateco solían preferir el material de que estaban hechos. Así, por ejemplo, si se les pedía que eligieran un objeto parecido a una caja de cartón, los hablantes de inglés seleccionarían cajas, aunque fueran de plástico, mientras que los de yucateco elegían objetos de cartón aunque no tuvieran forma de caja. Lucy atribuyó esta diferencia en la conceptualización de objetos a la presencia, en yucateco, de unos clasificadores que deben acompañar el sustantivo siempre que éste se presente detrás de un numeral; estos clasificadores son los que indican lingüísticamente la forma de los objetos, por lo que para los hablantes de yucateco el aspecto más importante de los sustantivos no sería la forma, sino más bien la materia.
Crítica:
Hoy en día esta hipótesis está desacreditada en su forma fuerte. Los ejemplos en los que se basaron Sapir y Whorf son irreales. Por ejemplo, ellos decían que los amerindios zuñi no tenían vocablo diferente para el «amarillo» y el «naranja» y que eso tendría que condicionar su modo de pensar. La verdad es que no tienen esos vocablos, pero diferencian perfectamente lo amarillo de lo naranja. Lo que ocurre es que en su modo de vida la diferencia es irrelevante, aunque como explica Lyons, sus hábitos de memoria sí parecen afectados por la existencia de la distinción léxica.
Una posible prueba del error de Sapir-Whorf sería el hecho de que los traductores son capaces de traducir lo que se dice en una lengua a otra. No se podría hablar por lo tanto de que el lenguaje determinase la forma en que pensamos, sería más exacto y correcto decir que influye en el pensamiento.
Las principales críticas a la hipótesis del relativismo lingüístico serían, por tanto:
El «innatismo» de Noam Chomsky, que argumenta la existencia de un lenguaje-L que es igual para todos los miembros de la especie humana, interiorizado e innato, que constituye la facultad lingüística.
El «universalismo semántico» de Anna Wierzbicka, que sostiene la existencia de un sistema semántico universal, al cual se pueden traducir los de cada una de las lenguas naturales.
IMÁGENES ILUSTRATIVAS
EJEMPLO
Según la versión radical la lengua determinaría toda la visión del mundo.
La lengua es como una prisión; uno podría aspirar a comprender otro mundo pero no sería posible porque la conciencia está formada por la lengua nativa de uno. (Agar 1994: 67)
La versión débil es aquella en la que la lengua no determina el pensamiento sino exclusivamente lo conduce y al igual que la fuerte, también fue aceptada.
Según el relativismo lingüístico las lenguas afectan a nuestra manera de pensar en diferentes maneras:
Los hablantes de una lengua usan categorías que son disponibles en su lengua por eso no es que por la categoría de la lengua el hablante no puede ver una realidad obvia sino que solamente sugiere asociaciones que son recibidos por la experiencia. (Hickman 1987: 73)
Un ejemplo como la teoría funciona viene de Deutscher.
En la lengua Guugu Yimithirr, (lengua indígena de Australia), los hablantes expresan direcciones en términos de las direcciones de una brújula en lugar de usar las palabras IZQUIERDA y DERECHA. Experimentos mostraban que los hablantes de Guugu Yimithirr tienen un buen sentido de orientación. Según Deutscher es un ejemplo que muestra cómo los hábitos de habla pueden tener grandes consecuencias fuera de la lengua para el sentido de orientación y memoria.
Existen hechos que parecen difíciles de explicar si aceptamos la hipótesis Sapir-Whorf en su versión fuerte. Así por ejemplo se ha podido comprobar que los bebés, chimpancés e incluso las palomas son capaces de categorizar y agrupar categorías de objetos en conceptos, a pesar de carecer de lenguaje.
Sin embargo, la cuestión parece diferente cuando consideramos la hipótesis débil. Ciertos experimentos han mostrado que las memorias visuales de las personas tienden a distorsionarse con el tiempo, de modo que los recuerdos visuales terminan pareciéndose cada vez más a las categorías lingüísticas comúnmente usadas por dichas personas. Para demostrarlo, se realizó un experimento entre hablantes monolingües de zuñi. En el experimento se mostraba a un individuo un objeto de color amarillo o anaranjado; al cabo de cierto tiempo se le mostraba dos objetos iguales, uno amarillo y otro anaranjado, entre los cuales estaba el que el sujeto había visto anteriormente, y se le pedía que identificara el que se le había mostrado la otra vez. Se ha mostrado, además, que no es que los hablantes de zuñi fueran incapaces de percibir la diferencia entre un amarillo y un objeto anaranjado, si se les pedía que los compararan cuando los tenían presentes, sino un efecto de memoria al cabo del tiempo para recordar la tonalidad.
La esencia de su tesis era que las personas observan de acuerdo con lo establecido por sus respectivas lenguas maternas, es decir, la lengua propia lleva a ver el mundo de forma diferente a aquellos que hablan otras lenguas.
Sus resultados indicaban que la lengua tiene un mayor papel en nuestra percepción del mundo.
Según Whorf no es que los hablantes de las diferentes lenguas no podrían nunca conceptualizar la realidad de la misma manera sino que inconscientemente tienden a comportarse de diferentes maneras porque los diferentes sistemas gramaticales conducen los procesos humanos mentales.
La teoría de Sapir y Whorf conoce muchas interpretaciones que se puede resumir en dos versiones; una versión radical y una versión débil.
1. Definición
1.1 Determinismo lingüístico
1.2 Relativismo lingüístico
2. Evidencia empírica
3. Imágenes ilustrativas
4. Preguntas de conocimiento relacionadas.