Helios, dios sol, descubrió a Ares y Afrodita
haciendo el amor en secreto en casa de este. Culparon
del descuido a Alectrión, quien vigilaba la puerta para avisar
de la llegada de Helios. El joven se quedó dormido y Helios descubrió
a los amantes, por lo que Ares, furioso, transformó al vigía en un gallo, que nunca se olvida de anunciar la llegada del sol.
Helios alertó de esto a Hefesto, quien ideó
un plan para atrapar a la pareja en pleno adulterio. Puso sobre la cama
una red invisible con el poder de inmovilizar a cualquiera. Así atrapó a
Ares y Afrodita trayendo entonces a los demás dioses masculinos para que
fuesen testigos del ultraje. Todos se burlaron de ellos y Hefesto se mostró
reacio a la liberación de los amantes hasta que ambos prometieron
que no volverían a repetirlo. Pero en cuanto fueron liberados,
huyeron y por supuesto, no se esforzaron mucho
por mantener su promesa.
La fragua de Vulcano, de Velázquez.
Hefesto (en griego Ἥφαιστος) es el dios del fuego y la fragua, los herreros, los artesanos, los escultores, y el metal.
Era hijo de Hera, aunque no se sabe si también lo es de Zeus
Vulcano (1838), de Herman Wilhelm Bissen (1798-1868).
Hefesto, resentido por el trato que su madre,
Hera, le había brindado en su juventud (cuentan que lo
arrojó al vacío para expulsarlo del Olimpo), decidió vengarse
de ella. Para ello Hefesto elaboró un trono mágico que envió a
Hera como regalo y en el que ésta quedó atrapada alsentarse. Los demás dioses rogaron a Hefesto que volviese al Olimpo y la liberase, pero él se negó. Tan tajante fue Hefesto que Dioniso, quien gozaba de la confianza del herrero, se vio obligado a intervenir. Fue así que Hefesto, totalmente borracho, regresó al Olimpo, donde
impuso severas condiciones para liberar a Hera,
exigiendo, entre otras cosas, contraer
matrimonio con Afrodita